Hagamos un poco de ejercicio físico.
- Levántese de su silla y levante los brazos lo más alto que pueda. Piense en cómo se siente en ese momento.
- Luego, tóquese los pies y vuelva a pensar en cómo se siente en ese momento.
- Vuelve a tu silla.
Cuando levanta los brazos, piensa en las infinitas posibilidades que se le abren, mientras que cuando toca sus pies estas posibilidades se reducen. Esta es la metáfora de la idea de pensamiento convergente y divergente. Y aprenda más viendo este video cómo hacer este ejercicio: Convergent vs. Divergent Thinking